Tan solo 20 días después de que
la Audiencia Nacional reconociera el régimen de precios del Autoservicio de
personal como una condición más beneficiosa de los trabajadores y trabajadoras
y que, por lo tanto, constituía un derecho que no podía ser expoliado, tal como
había hecho El Corte Inglés en agosto del pasado año, la empresa ha convocado a
su Comité Intercentros para que sean sus propios brazos sindicales, Fasga y
Fetico (esos mismos que a pesar de estar citados en el juicio no comparecieron
por vergüenza), quienes procedan a sustraer ese derecho que desde UGT
conseguimos recuperar en los tribunales.
La sentencia dejaba claro que la
empresa debía restituir los precios en la línea en que estaban conceptuados,
esto es, que con esos precios se pagaba, básicamente, las materias primas, ya
que desde su instauración, muchos años atrás, no formaban un modelo de negocio
sino una mejora en las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras
de la compañía.
Pero ante ese mandato judicial y
muy en la línea de actuación de esta empresa, acostumbrada a creerse por encima
de todo, incluida la justicia, la empresa ha procedido a buscar una vía que
revestida de cierta legalidad pueda proceder a rebajar duramente las
condiciones laborales de los usuarios de estos autoservicios. Para ello
utilizan la forma de modificación sustancial de las condiciones de trabajo que
regula el Estatuto de los Trabajadores basándose en que existen razones
económicas que avalen dicha modificación.
El Corte Ingles alega que las pérdidas
que generan los precios ajustados del Autoservicio ponen en peligro la
solvencia y rentabilidad de la División 36 (Hostelería). Parece ser que
olvidan, oportunamente, que las perdidas o beneficios de una empresa se miden
en el global y no por departamentos o divisiones. Paradójicamente, además, se
nos habla de pérdidas económicas solo unos meses después de que la compañía
hiciera públicas sus cuentas anuales, cuyo balance económico arrojaba la
friolera de 319 millones de euros en beneficios. Tan frágil es la argumentación
que esgrimen que incluso la documentación aportada por la dirección de la
empresa a la reunión del Comité Intercentros no es la que legalmente está
establecida en estos casos, ya que esa no justificaría la medida planteada,
pero para que, los departamentos sindicales de la empresa, Fasga y Fetico dan
la conformidad a todo, como buenos estómagos agradecidos que son y cumpliendo
la función para la que han sido contratados: ser brazos ejecutores de los
deseos empresariales, y seguro que, tampoco en esta ocasión, defraudan a sus
amos. Lamentablemente olvidan que a cambio de sus prebendas, están vendiendo
los derechos de sus compañeros y compañeras.