Sin embargo, la legislación medioambiental existente todavía es insuficiente y claramente mejorable, por lo que las organizaciones empresariales y sindicales pueden desempeñar un papel fundamental, dada, además, la clara incidencia que el medio ambiente tiene en el mundo de las relaciones laborales. Los centros de trabajo y las empresas son puntos neurálgicos esenciales donde desarrollar políticas «green-friendly». Desde la óptica del empleo, la sostenibilidad del medio ambiente es crucial. El daño vinculado al cambio climático ya está socavando el crecimiento del PIB, de la productividad y de las condiciones de trabajo. Queda así de manifiesto la urgencia de la transición hacia la sostenibilidad ambiental para el mundo del trabajo. Además, en la actualidad, 1200 millones de puestos de trabajo dependen directamente de la gestión racional de los recursos y la sostenibilidad de un medio ambiente sano.
Los convenios de la Organización Internacional del Trabajo núm. 155 (1981) y núm. 187 (2006) sobre seguridad y salud de los trabajadores, ratificados por España, hacen referencia al deber de los países de consultar a las organizaciones más representativas de empleadores y personas trabajadoras interesadas a la hora de implementar una política nacional coherente en materia de medio ambiente de trabajo.
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