¿Por qué?
Los recortes del Gobierno han paralizado y desmantelado la Ley de Dependencia. De hecho, el sistema atiende ahora a menos personas, tiene prestaciones más bajas, ha aumentado el copago y se han reducido el número de horas de atención en el domicilio.
¿Cómo?
Hay que exigir la aplicación de la ley de dependencia, para que se garantice la atención y cuidados de forma integral y aumentar la cuantía de las prestaciones al menos en un 20%, estableciendo la compatibilidad entre determinadas prestaciones.