viernes, 12 de octubre de 2012

Eroski se hace con la totalidad del capital de Caprabo


Compra a la familia Botet, una de las fundadoras en 1959 de la cadena de supermercados, el 16% de la firma.

Grupo Eroski se ha hecho con el 100% del capital de la cadena de supermercados Caprabo al formalizar la compra del 16% que aún controlaba la familia Botet, una de las fundadoras de la empresa hace 53 años, según anunció la compañía de distribución en un comunicado. La operación se enmarca en el acuerdo alcanzado por Eroski con La Caixa y la familia Botet como socios de Caprabo en el momento de la adquisición de la cadena en 2007, en el que ya se contemplaba la adquisición del resto de la propiedad.

El año pasado Eroski adquirió la participación del 9% de La Caixa por 125 millones de euros. En la actual operación la cooperativa no ha desvelado la cantidad pagada, pero de haberse mantenido la valoración de esa transacción, la cifra abonada rondaría los 222 millones.
Con una red de 350 supermercados en Cataluña, Madrid y Navarra, Caprabo facturó 1.485 millones de euros en 2011, cuando registró un resultado de explotación de 19,4 millones, un 12% más que en el ejercicio anterior, y un beneficio de 8,5 millones.
«Con esta decisión, Eroski da un paso adelante en el proyecto empresarial que se sustenta en el fortalecimiento del modelo de supermercado y de la marca Caprabo», destacó la compañía que preside Agustín Markaide. Y añadió que seguirá mejorando su modelo de tienda de proximidad y urbano, que «el consumidor hoy elige con mayor frecuencia a la hora de abastecerse».

Productores regionales

También explicó que Caprabo desarrollará una actividad creciente en su apuesta empresarial y comercial en favor de los productores regionales, «siguiendo fielmente lo que cada consumidor demanda».

Esta actuación, subrayó Markaide, irá unida al fortalecimiento de relaciones entre las pymes territoriales y el grupo de distribución para «crecer juntos».

Fundada en Barcelona en 1959, Caprabo es la marca de supermercados más antigua y tiene en su red el establecimiento más antiguo de España que aún hoy permanece abierto.

La cooperativa vasca de distribución tuvo en el primer semestre del año unas pérdidas de 50 millones de euros, 21 millones menos que un año antes, con una facturación de 3.114 millones, lo que representa un descenso del 3,8% en su cifra de ventas a superficie constante.