José Casero, Secretario de Política Sindical de UGT Madrid, ha entregado una carta de amparo en el Parlamento Europeo por la problemática que hay en la Comunidad de Madrid con respecto a los horarios comerciales.
En
el año 2012 el Gobierno de la Comunidad de Madrid firmó la Ley 2/2012, de 12
de junio, de Dinamización de la Actividad Comercial en la Comunidad de Madrid.
En
dicha Ley se desregula la apertura comercial en esta Comunidad Autónoma dejando
libertad total de apertura las 24 horas del día los 365 días del año.
Dentro
del Estado Español, la Comunidad de Madrid es la única región con esta legislación,
en la que se eliminan las últimas restricciones en materia de horarios
comerciales previstas en la Ley 16/1999, de 29 de abril, de Comercio Interior
de la Comunidad de Madrid, y creando una enorme brecha con la Ley estatal
1/2004, de 21 de diciembre, de Horarios Comerciales.
La
ley 2/2012, de 12 de junio, de Dinamización de la actividad comercial en la
Comunidad de Madrid ha supuesto modificaciones tanto para los trabajadores como
para los empresarios madrileños y los consumidores.
En
primer lugar, los trabajadores del Sector de Comercio en la Comunidad de
Madrid, han visto deterioradas sus condiciones laborales, sufriendo
modificaciones en sus jornadas, impidiendo la conciliación de su vida laboral,
personal y familiar, debido a la enorme flexibilidad horaria, jornadas
irregulares (que van desde 2 horas de trabajo al día hasta 10 horas) y turnos
partidos. Todo ello en un Sector con más del 60% de mujeres.
Así
mismo, tenemos que puntualizar las modificaciones en modelo de contratación. Desde
el año 2012 los contratos eventuales y temporales han subido en un 50.8% y los
contratos temporales parciales triplican a los contratos indefinidos.
En
segundo lugar, los empresarios madrileños, desde la imposición de esta ley, han
sufrido una situación de desamparo en comparación con las grandes empresas de
comercio. Creando una competencia desleal al no poder los pequeños comerciantes
hacer frente a los amplios horarios de apertura de las Grandes Superficies
comerciales, desequilibrando así el desarrollo del Sector.
En
tercer lugar, reseñamos que esta desproporcionada oferta comercial no ha
supuesto ninguna mejora para los consumidores.