jueves, 19 de abril de 2018

No declarar enfermedades profesionales: un coste para el Sistema Público de Salud y para los trabajadores


Hasta el mes de marzo se han declarado un total de 6.751 enfermedades profesionales, esto es un 12,12% más que en el mismo periodo del año anterior (730 enfermedades más). De ellas, 3.147 han causado la baja del trabajador (un 7,52% más, respecto al mismo periodo del año anterior) y 3.604 enfermedades profesionales han sido sin baja (un 16,48% más).
Aunque se produce un aumento en la declaración de las enfermedades profesionales, en este primer trimestre del año, UGT considera que todavía se produce una infradeclaración de las mismas, porque muchas enfermedades que tienen origen laboral no son consideradas como tales. Así, hay enfermedades profesionales de origen multicausal y no exclusivo del trabajo, como es el caso de los cánceres y las enfermedades cardiovasculares. Además, en el Cuadro Español de EEPP no se incluye ninguna enfermedad relacionada con la organización y la carga de trabajo.
El Sistema Público de Salud asume un coste que no le corresponde
Esta infradeclaración de las enfermedades profesionales provoca que el coste de su gestión sea asumido por el Sistema Público de Salud, en lugar de por las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social.
Más de la mitad de las enfermedades profesionales son sin baja
Casi un 53%, de las enfermedades profesionales declaradas, en el primer trimestre del año, no causaron la baja del trabajador. Esto puede deberse más al temor a la pérdida del empleo que tienen los trabajadores y trabajadoras en la situación actual, que a la aplicación de medidas preventivas en el seno de las empresas y, por supuesto, al endurecimiento de las condiciones para prescribir la baja que aplican las Mutuas.
Por género
La declaración de las enfermedades profesionales es mayor entre las mujeres (3.502) que entre los hombres (3.249). Además, debemos tener en cuenta la menor presencia de trabajadoras en el mundo laboral, por lo que la incidencia de la enfermedad profesional es mayor entre ellas.
En concreto, la declaración de enfermedades de los grupos 2 (causadas por agentes físicos), 3 (causadas por agentes biológicos) y 5 (enfermedades de la piel) ha sido mayor entre las mujeres. Por el contrario, la declaración de las enfermedades causadas por agentes carcinógenos es mayor entre los hombres con 6 casos y únicamente 1 en mujeres.
Los trastornos músculo esqueléticos, primera causa de baja laboral
Como ya es habitual, la mayor parte de las enfermedades profesionales declaradas han sido causadas por agentes físicos, representando casi un 83%. Son 5.599 enfermedades declaradas, de las cuales 2.514 causaron baja y 3.085 no.
La mayoría de estas enfermedades son originadas por los trastornos músculo esqueléticos (TME) que, sobre todo, afectan a la espalda, cuello, hombros y extremidades superiores. En los casos más crónicos, pueden dar como resultado una discapacidad y la imposibilidad de trabajar (EU-OSHA).
Entre las causas de los TME se incluyen la manipulación manual de cargas, los movimientos repetitivos o forzados, las posturas extrañas o estáticas, las vibraciones, un ritmo elevado de trabajo, estar de pie o sentado durante mucho tiempo en la misma posición, altos niveles de exigencia o la baja autonomía, entre otros.
Las consecuencias sociales y económicas de esta "pandemia" son evidentes. De hecho, suponen la primera causa de baja laboral
Es necesario encontrar una solución al problema que generan los trastornos músculo esqueléticos. Empezando por prevenir en las empresas el origen del riesgo, realizando evaluaciones ergonómicas, implantando medidas preventivas e informando y formando, tanto a los trabajadores y trabajadoras, como a sus representantes. El trabajo debe adaptarse a la persona y no al revés, en particular en lo referente a la elección de los equipos y métodos de trabajo, y la concepción general del puesto, con el objetivo de disminuir los efectos que éstos pudiesen tener sobre la seguridad y salud de los trabajadores y trabajadoras.

UGT insiste en la importancia de conseguir un reconocimiento y declaración efectiva de las enfermedades profesionales. Una cuestión importante para todos, para la empresa -que debe estar comprometida con la seguridad y salud laboral y porque la prevención supone un ahorro, no un coste- y para los propios trabajadores, no solo por su salud, sino también por la propia economía familiar, ya que el trabajador enfermo recibirá un subsidio de menor cuantía si su enfermedad es reconocida como contingencia común en lugar de como contingencia profesional.