En la tarde de ayer, el Congreso Mundial de UNI se centraba en la tragedia del Rana Plaza. Un desastre que convulsionó a la opinión pública y que dió lugar al nacimiento del Acuerdo de Bangladesh. Una sesión, la de ayer, que puso de manifiesto el poder del movimiento sindical y los logros conseguidos en las condiciones laborales de miles y miles de trabajadores y trabajadoras.
Recordemos que ese Acuerdo ha supuesto un avance sin precedentes en materia de Responsabilidad Social Empresarial al quedar las marcas y sindicatos firmantes vinculados jurídicamente.
A finales de septiembre de 2014, el Acuerdo había completado las inspecciones iniciales en materia de seguridad en todas las fábricas que producen para las marcas firmantes del Acuerdo. Se identificaron más de 80.000 cuestiones de seguridad que deben resolverse, se encontró que un total de 17 edificios eran sumamente inseguros, de los cuales 13 requerían la evacuación temporal y 4 el cierre completo a fin de evitar otro accidente como el del Rana Plaza, asegurando que aproximadamente 30.000 trabajadores ya no están en edificios altamente inseguros, que podrían haberse cobrado más vidas. Aquellas fábricas que plantean una amenaza inminente para la vida de los trabajadores se han cerrado y en el resto de fábricas se están llevando a cabo trabajos de reparación necesarios.
Los próximos pasos pasan por la renovación de los edificios de acuerdo con las conclusiones de las inspecciones iniciales, así como organizar los Comités de Seguridad y Salud, para que puedan los trabajadores participar en mecanismos de control que aseguren su propia seguridad.
En relación a la situación actual de las indemnizaciones a las víctimas del Rana Plaza, el Comité de Coordinación del Rana Plaza estableció, a finales del 2013, un proceso para a indemnización de las víctimas a través de la creación de un Fondo Fiduciario de Donantes Rana Plaza, que recoge las contribuciones de las empresas y otras entidades para financiar a las víctimas. La OIT es el Fiduciario para el Fondo. La cantidad necesaria para cubrir los costos de todas las reclamaciones se estimó en 40 millones de dólares (29,5 millones de euros). A finales del mes de octubre de 2014, el Fondo contenía sólo la mitad de esa cantidad necesaria para abordar la totalidad de las indemnizaciones.
Para la totalidad de las 5.099 personas (estimación total de los damnificados) heridas y dependientes de los trabajadores fallecidos y desaparecidos se han abierto cuentas bancarias. En esa misma fecha, a finales de octubre de este año, se habían aprobado indemnizaciones para los primeros 1.587 beneficiarios, recibiendo cada uno de ellos el 40% del total de la indemnización que les correspondía. Se espera que la indemnización del resto de beneficiarios sea aprobada en las próximas semanas, recibiendo ellos también ese 40% inicial.
Sólo la mitad de las empresas con conexiones con las fábricas en el edificio colapsado han hecho contribuciones económicas, entre ellas, las españolas El Corte Inglés, Inditex y Mango.
No obstante quedan muchas compañías con fuerte implantación y responsabilidad en la tragedia que están pendientes del pago comprometido, como son Carrefour o Benetton, por lo que se hace un llamamiento a todas las afiliadas a UNI para que colaboren presionando a esos empleadores a que cumplan con sus responsabilidad y que realicen un esfuerzo añadido para conseguir que otras marcas que se abastecen en las fábricas de Bangladesh, asuman la firma del Acuerdo.
Importantes empresas de implantación internacional han estado involucradas en este caso, algunas de las cuales son de origen español (recordemos a El Corte Inglés o Mango, cuyas prendas eran confeccionadas en las fábricas textiles del Rana Plaza), de ahí que nuestra organización ha tenido un papel importante en la difusión, implantación y seguimiento de este acuerdo, como ha quedado patente durante la sesión de ayer.
