lunes, 10 de junio de 2013

LIZARRAN PREVÉ DOBLAR EN CINCO AÑOS SUS LOCALES EN ESPAÑA, HASTA LOS 400

La cadena vasca de restauración Lizarran, que cuenta actualmente con 202 locales abiertos en España, prevé duplicar en cinco años su tamaño, hasta alcanzar la cifra de 400 restaurantes en 2018.

Lizarran forma parte del grupo de restauración Comess, que preside Manuel Robledo, quien hoy ha participado en el XXIV Encuentro Empresarial en el Pirineo, que reúne en La Seu d'Urgell a unos 600 empresarios y directivos.

Robledo ha explicado que Lizarran tiene en marcha un ambicioso plan de crecimiento que se concentrará, principalmente, en las comunidades de Cataluña y Madrid y que le permitirá multiplicar por dos su número de locales en España en sólo cinco años.

Ha afirmado que la cadena "tiene capacidad de crecer" aprovechando, en parte, el elevado número de bares y restaurantes que cierran en España en los últimos años a consecuencia de la crisis.

"Como han cerrado tantos bares, han quedado muchos locales cerrados y medio montados", ha explicado Robledo, que ha señalado que gracias a ello ahora es posible abrir una franquicia Lizarran con una inversión de 50.000 euros.

"La inversión es de 1.000 euros por metro cuadrado y se recupera en un plazo máximo de veinte meses", ha apuntado el empresario, que ha bautizado este plan de crecimiento como el "plan renove" Lizarran.

Robledo ha asegurado que la cadena quiere estar presente en todas partes, desde hospitales, hoteles, universidades, gimnasios y hasta tanatorios, y que por ello está haciendo un gran esfuerzo por "vender franquicias a todo el mundo, todo el día y en todos los sitios".

"Todos los locales tienen que vender más y ser más rentables. Por eso hay que vender muchas franquicias y ocupar todo el espacio que nos dejen", ha subrayado.

Robledo ha compartido mesa de debate con el presidente de Enagas, Antoni Llardén, quien ha reclamado a Europa que avance hacia la unión fiscal y bancaria, ya que si no es así "será difícil salir adelante".

En cualquier caso, se ha mostrado optimista y convencido de que la UE será capaz de disponer, al menos, de las herramientas básicas que permitan superar esta crisis: una unión financiera, una "cierta" unión fiscal y un Banco Central Europeo que realice las funciones "de todo banco central".