La
última subida del IVA en septiembre de 2012, junto al recrudecimiento de la
recesión, el mantenimiento de elevados niveles de destrucción de empleo por
encima del 3% y una extremada moderación salarial, cuando no caída de
retribuciones, intensificaron a finales del año pasado las ya maltrechas ventas
del comercio minorista.
Así,
en el último trimestre de 2012 la facturación del comercio registró caídas
constantes cercanas o mayores al 10% mes a mes. Este brusco descenso se ha
mitigado notablemente en abril pasado, cuando el índice general del comercio
minorista, que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE),
registró un descenso del 2,6% en comparación con el mismo mes del año anterior.
De
esta forma, los comercios encadenan 34 meses consecutivos de retrocesos en su
facturación. Si bien el dato de abril supuso una caída interanual ocho puntos inferiores
a la registrada en marzo, cuando la contracción fue del 10,9%.
Es
más, aunque supuso un nuevo retroceso de las ventas, el dato del mes pasado fue
el tercero mejor registrado por el comercio desde que en julio de 2010 se
iniciara la senda de caídas ininterrumpidas, coincidiendo con la primera subida
del IVA de la crisis que decretó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Si se depuran estas cifras, eliminando los efectos de calendario, se sigue
observando una mejora: de este modo las ventas minoristas cayeron un 4,7%,
cuatro puntos menos que la tasa interanual de descenso de marzo.
Las
ventas de carburantes fueron las menos perjudicadas, con un decrecimiento del
0,8%.Por ello, la facturación del comercio excluyendo a las estaciones de
servicio, retrocedió un 2,9% en abril. Las ventas de equipo personal (ropa,
aseo u otros bienes relacionados) fueron las que menos disminuyeron el mes
pasado (-1,3%), seguidas de los productos alimenticios, que se contrajeron un
2,7%. Por el contrario, las ventas más dañadas volvieron a ser un mes más las
relacionadas con el hogar, con una caída del 4,6%.
Otro
dato esperanzador que apunta cierta recuperación del comercio lo ofrecieron las
grandes cadenas de distribución, que fueron las únicas que registraron un
aumento de sus ventas. En concreto, facturaron un 2% más que en abril del año
pasado. E igualmente, aunque en menor medida, obtuvieron ventas en positivo con
el dato corregido de variaciones estacionales (0,2%).
Sin
embargo las ventas del comercio más pequeño, regentado por lo general por
autónomos, siguió contabilizando importantes caídas del 5,7%; seguidas de las
grandes superficies, que facturaron un 3,6% menos que hace un año; y las
pequeñas cadenas (-2,7%).
También
hubo dos comunidades autónomas: Baleares y Madrid, que aumentaron sus ventas
minoristas un 1% y 0,1%, respectivamente. Pero estos atisbos de mejora no se
han trasladado al empleo en el sector. La ocupación en estas actividades cayó
en abril un 2,3% en media nacional. Y ninguna comunidad autónoma creó puestos
de trabajo en esta actividad.
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