El
56% de las compañías redujeron su plantilla entre enero y septiembre. El ajuste
afecta más intensamente al personal con contrato temporal (cae un 9,3%), pero
también golpea a los fijos (se reducen un 1,5%), según el Banco de España.
Las
empresas españolas siguen encontrando en el recorte del empleo la gran vía para
tratar de ajustar sus costes y enderezar sus cuentas. Más de la mitad de las
compañías no financieras del país (el 56,2%) han seguido reduciendo sus
plantillas durante este año, según los datos de la Central de Balances del
Banco de España con datos hasta el tercer trimestre del ejercicio. Y eso, a
pesar de que los beneficios empresariales ya han empezado a crecer, con un
incremento del 18,1% hasta septiembre.
Los
registros, de hecho, apuntan a que el ajuste del empleo no se puede dar por
terminado. Durante todo 2012 fue el 50,7% de las empresas las que prescindieron
de personal, y ahora se ha escalado hasta más del 56%. En cualquier caso, el
Banco de España sí detecta una ligerísima moderación de la destrucción de
empleo en relación al tercer trimestre de 2012, cuando era el 56,9% de las
compañías las que redujeron plantilla.
Como
viene sucediendo en los últimos años, el ajuste del empleo tiene una especial
intensidad en el caso de los empleados con contratos temporales, que han
seguido reduciéndose durante este ejercicio (un 9,3% menos hasta septiembre).
Sin embargo, el impacto sobre los contratos fijos empieza a acelerarse, con una
caída del 1,5% este año, por "los importantes ajustes de plantilla
realizados en algunas grandes empresas", dice el Banco de España.
Los
gastos en personal que asumen las compañías han seguido contrayéndose en los
tres primeros trimestres de 2013, con una rebaja del 1,9%. Una reducción que es
consecuencia de la combinación de los efectos contrapuestos que tienen en los
costes de personal la reducción del empleo y el moderado avance de las
remuneraciones medias (crecen un 0,6% en lo que va de año).
Las
empresas siguen recortando empleo en un contexto en que los beneficios ya han
empezado a crecer. El punto de inflexión se produjo en el segundo trimestre de
este ejercicio, cuando los resultados volvieron a las tasas positivas. Ahora,
entre enero y septiembre de este año, los beneficios de las empresas españolas
crecieron un 18,1%, frente al desplome del 65,3% que registraron en el mismo
periodo de 2012. Una mejora que, según el Banco de España, se produce tras
superarse los graves deterioros del valor de los activos financieros durante al
año pasado, "en un momento singularmente crítico para la economía
española".
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