Vaya por delante nuestra firme intención
de no querer ofender ni el buen nombre de la que es la empresa en la que
trabajamos, ni a sus directivos, en su condición de personas.
Sin
embargo, no tenemos por menos, viendo
los vaivenes de derechos laborales que se están produciendo en el seno de la
empresa, que hacer una valoración con su correspondiente crítica, siempre
constructiva, por supuesto, de lo que
fue y de lo que es una empresa del calado que entendemos debería tener
Alcampo en estos momentos.
Cuando menos deben reconocernos que
chirría el hecho de que se hayan tenido unos beneficios millonarios, y que,
como contraprestación, se esté produciendo un desmantelamiento total de los
derechos laborales que deben asistir a sus empleados, para hacer de Alcampo una empresa cada vez más potente, donde
sus trabajadores/as también puedan ver reflejado el hecho de que, hasta en los
malos tiempos por los que corre el país, su empresa, Alcampo, sigue a flote y
no se hunde.
Sin embargo, lejos de que se produzca
esta situación, la Dirección Estatal de Alcampo, está llevando a cabo el mayor
recorte de derechos laborales que se conozca en los 35 años que lleva
implantado en España el grupo Auchan.
Y lo peor de todo es que en ninguna de
las ocasiones que se han llevado a cabo estos recortes, aplicando las Reformas
Laborales que ha realizado el Gobierno de España con una inquina
propia de Empresas en condiciones de pérdidas extremas o incluso de cierre de
las mismas, éstos han sido necesarios.
Contando
con la connivencia de su sindicato, Fetico, con mayoría absolutísima en el
Comité Intercentros y en la mayoría de los Comités de Empresa de los distintos
hipermercados de la sociedad, y a golpe
de artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, no están dejando “TÍTERE CON
CABEZA”, cualquier pretexto, por absurdo que haya sido, ha valido para “DAR EL
TIJERETAZO” a derechos de todo tipo.
Un ejemplo palpable es lo que están
haciendo con los contratos a Tiempo Parcial, a los que podemos llamar sin temor
a exagerar MINIJOB, porque no pueden
ser más precarios e indecentes, al esclavizar a sus trabajadores y
trabajadoras, con la contratación mínima y el salario más paupérrimo que
podamos imaginarnos y a la vez hacerles firmar una cláusula adicional dónde se
comprometen a hacer hasta 700 horas más por encima de las que están
contratados, embargando así su vida y dejándola a merced de lo que Alcampo
quiera hacer con ella.