Los
hipermercados se han convertido en la primera víctima de la caída del consumo
en España. Este formato comercial, que creció con fuerza durante años gracias a
la variedad de su oferta y unos precios bajos, no está consiguiendo plantar
cara al comercio de proximidad, que con Mercadona a la cabeza, le gana cada día
que pasa cuota de mercado.
Desde
que se inició la crisis su inversión conjunta se ha reducido en casi 420
millones de euros al año, lo que ha provocado la destrucción de 30.000 puestos
de trabajo.
De
acuerdo con los datos de la patronal Anged, que defiende los intereses de
compañías como Carrefour, Alcampo o El Corte Inglés, las grandes superficies
sumaban al cierre de 2007 un total de 260.871 puestos de trabajo y ahora apenas
llegan a los 230.000. Es verdad que en estos datos se incluyen también otros
formatos, como los grandes almacenes o las grandes superficies especializadas,
pero, de acuerdo con todas las fuentes consultadas por este periódico, es el
híper el gran responsable de la destrucción del empleo. De hecho, sólo una
empresa, Eroski, ha recortado 10.000 desde el año 2009 como consecuencia de sus
problemas financieros tras la compra de Caprabo.
En
el marco de un contexto desfavorable, la cifra de negocios de las empresas de
Anged en 2011 se redujo un 2,2 por ciento, hasta 39.895 millones. La patronal
recuerda que sufre múltiples trabas de las Administraciones autonómicas para la
apertura de nuevos centros y que sus asociados tienen paralizadas numerosas
inversiones. En este sentido, recuerdan que "la Comisión Nacional de la
Competencia ha destacado de forma insistente en casi todos sus informes, sobre
todo los de la Directiva Bolkestein, que las barreras de entrada impuestas a
las grandes superficies, lejos de conseguir el efecto deseado por los
legisladores (proteger al pequeño comercio), han fortalecido el crecimiento de
los formatos intermedios".
Lo
cierto es que los supermercados, al contrario que los híper, sí que están
creando empleo. Según los datos de la patronal Asedas, en 2008 las grandes
cadenas de súper sumaban 220.000 puestos de trabajo y, al cierre del año pasado
esa cifra se había elevado hasta 223.900.
La clave del éxito
No
obstante, hay que tener en cuenta que la situación no es igual en todas las
empresas. De hecho, la gran locomotora del crecimiento tanto en inversión como
en empleo es Mercadona. La cadena valenciana ha creado 10.000 puestos de
trabajo desde que empezó la crisis y su plantilla se eleva ya a 70.000
personas. Eso es lo que ha permitido que el saldo neto entre los súper arroje
una cifra positiva de 4.000 empleos.
Ignacio
García-Magarzo, director general de Asedas, recordaba en el número de octubre
de la revista el Economista Alimentación que, "además de la ventaja de la
proximidad, el supermercado ha sabido ajustar sus precios gracias a la
innovación continua, que permite reducir los costes, y, por si fuera poco, su
oferta es cada vez más variada". La fuerza del súper ha provocado, de
hecho, que las grandes superficies impulsen también la apetura de este tipo de
tiendas (Carrefour Express, Supercor, Eroski City, etc.).