La
OIT alerta ya que la crisis económica está deteriorando gravemente la seguridad
y salud de los trabajadores.
UGT presenta, el lunes 15 de octubre, el
Anuario 2012 sobre “Prevención de Riesgos Psicosociales y calidad de vida en el
trabajo”, que, ante la alerta de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) de la influencia de la crisis en el grave deterioro de la seguridad y
salud de los trabajadores, en esta edición versa sobre el grado de implantación
de la evaluación de riesgos psicosociales en las empresas europeas y el
conocimiento de los procesos de la intervención inspectora de cada Estado de la
UE en el control de las evaluaciones de riesgos psicosociales.
La Secretaria
de Salud Laboral de UGT,
Marisa Rufino, presenta el próximo lunes, 15 de octubre en Galicia, el Anuario
2012 sobre “Prevención de Riesgos Psicosociales y calidad de vida en el
trabajo”, elaborado por el Observatorio de Riesgos Psicosociales del sindicato.
En
esta edición, el anuario da cuenta del modo en que los principales países de la
UE han diseñado y puesto en práctica la campaña del Comité de Altos
Responsables de la Inspección de Trabajo (CARIT/SLIC), en el que están
representados todos los Estados de la Unión Europea, sobre el grado de
implantación de la evaluación de riesgos psicosociales en las empresas
europeas. Se trata de llamar la atención, sobre la importancia de evaluar los riesgos
psicosociales, especialmente en época de crisis, precisamente cuando se hace un
menor esfuerzo de evaluación.
Esta
campaña evidencia cómo en más de la mitad de los casos las empresas cumplen con
su obligación de evaluar los riesgos de este tipo debido a una acción previa de
la inspección de trabajo. Si en el 2010 dos de cada tres evaluaciones que se
hacían en España eran previo requerimiento de la inspección, en el 2011 una de
cada dos evaluaciones se hacen tras esta intervención inicial inspectora.
Para
UGT,
es imprescindible que la empresa realice puntualmente dicha evaluación sin que
la requiera previamente la inspección de trabajo, más aún en esta situación,
cuando tanto las instituciones comunitarias como la Organización Internacional
del Trabajo (OIT) han constatado que el deterioro de las condiciones de
trabajo, no ya sólo por la realidad económica crítica de las empresas sino por
las propias políticas del Gobierno para hacerles frente, está creando una
fuente de estrés económico y todo ello tiene implicaciones significativas para
el equilibrio psíquico, físico y social.
De
este modo, al incremento de los niveles de estrés que suponen las situaciones
de desempleo, hay que sumar las que generan, de forma multiplicada, las de
subempleo (trabajo precario) y las de inseguridad laboral (empleos con más
horas y menos salarios, menos expectativas de promoción, etc). Un tema que rara
vez se considera prioritario en las políticas laborales, de empresa y públicas,
pero que tiene enormes implicaciones para la salud de los trabajadores: el
estrés y la violencia causados por la inseguridad laboral galopante derivada de
las políticas de reforma laboral.