El Secretario de Acción
Sindical de UGT, Toni Ferrer, y la Secretaria para la Igualdad del sindicato,
Almudena Fontecha, presentaron ayer el informe “Análisis de medidas y planes de
Igualdad en la Negociación Colectiva”.
La Ley Orgánica para la
igualdad efectiva de mujeres y hombres (LOIEMH), estableció la obligación de
negociar medidas de igualdad entre mujeres y hombres en los convenios
colectivos y en los planes de igualdad ha ido mejorando.
El informe elaborado por UGT
observa que cada vez hay una perspectiva más acorde con los objetivos de lograr
una mayor igualdad de trato y de oportunidades y evitar cualquier tipo de
discriminación entre mujeres y hombres. Sin embargo, las políticas de ayudas y
subvenciones para la implantación de planes de igualdad se han centrado en
lograr que las empresas tuvieran planes de igualdad sin preocuparse por la
calidad y eficacia de los mismos ni porque fueran negociados.
El documento subraya que la
crisis y medidas como la reforma laboral han añadido dificultades: el poder
empresarial crece frente a una posición de mayor debilitamiento de los
trabajadores y añade dificultades para negociar los convenios y los planes de
igualdad.
La reforma laboral ha
supuesto que los planes de igualdad puedan ser modificados unilateralmente por
la empresa por lo que las medidas que contengan pueden quedar sin efecto.
Además, la primacía del
acuerdo de empresa sobre el convenio sectorial hace posible descolgarse de lo
pactado en éste último rebajando derechos en aspectos como la distribución del
tiempo de trabajo, el régimen de turnos de trabajo, el cambio de funciones, el
régimen retributivo o la organización de la actividad, condiciones con una
evidente incidencia sobre la discriminación por razón de sexo.
Se facilita la aplicación de
las clausulas de descuelgue salarial de manera que las medidas de igualdad,
incluidas las de acción positiva que se hayan adoptado y negociado en convenios
sectoriales, pueden quedar sin aplicación en el ámbito de la empresa.
Todo ello facilita el
retroceso en materia de igualdad al incrementar el poder de la empresa, reducir
la capacidad de negociación de los trabajadores y debilitar la representación
sindical en los procesos de negociación colectiva. Por ello UGT considera
necesario reforzar la negociación sectorial, cerrando expresamente la
posibilidad de inaplicación de sus contenidos frente a los acuerdos o convenios
de empresa y de forma específica de las medidas y los planes de igualdad.
También sería útil que
comenzar a denunciar ante la autoridad laboral competente aquellas situaciones
en las que se esté burlando la obligación de negociar que se establece
legalmente y que hubiera un control por parte de la Inspección de Trabajo que
fuera más allá de la mera existencia o no de un plan de igualdad ya que muchos
de ellos sólo contienen formulaciones generales y sus medidas suelen responder
a mínimos legales.
La negociación colectiva
debería establecer la obligada participación de los representantes de los
trabajadores en la elaboración del diagnóstico y, sobre todo, aumentar la
presencia de mujeres en las mesas de negociación porque ésta sigue siendo mucho
menor que la de los hombres.