jueves, 4 de mayo de 2017

La Comunidad de Madrid ha sufrido una subida de 3.1% en la Tasa de riesgo de pobreza.

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La Comunidad de Madrid ha sufrido una subida de 3.1 puntos porcentuales, con respecto al año anterior, en la Tasa de riesgo de pobreza.            .
Haciendo una retrospectiva desde el año 2012, en la Comunidad de Madrid, vemos como el único año que bajo porcentualmente fue en 2013, con 0.8 puntos porcentuales, a partir de ese año la tasa de riesgo de pobreza ha tenido una subida escalonada, subiendo en 2014 1.3 puntos, en 2015 0.4 puntos y en 2016 3.1 puntos.
 Según el informe realizado en 2014 por la EAPN Madrid (Red Madrileña de lucha contra la pobreza y la exclusión social), en 2014 había en la Comunidad de Madrid un total de 1.212.842 personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social, en 2016  había 1.254.078, es decir, 3.4 puntos porcentuales más.
A través de la Estrategia Europa 2020, desde la Unión Europea se quiere conseguir que a finales de 2020 haya en los países que conforman la Unión, aproximadamente 640.741 personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social, es decir, algo más de la mitad de la tasa que hubo en 2016 en la Comunidad de Madrid, para todo el territorio nacional. Los datos aportados en este Informe demuestran que esta meta no se alcanzará, de mantenerse las tendencias actuales.
 Analizando los datos obtenido a través del INE en cuanto a la tasa de riesgo de pobreza y/o exclusión social en la Comunidad de Madrid, en el período desde el año 2012 hasta 2016 (Tomando siempre para esto la comparativa entre 2016 y el ejercicio del año anterior), encontramos siguiente:
 Dividiendo los datos por franjas de edad, encontramos que en la franja de menos de 16 años, en 2015 tenemos un 28.6%, mientras que en 2016 tenemos un 27.9%, por lo tanto ha bajado 0.7 puntos porcentuales.
En la franja de edad de los 16 a los 29 años encontramos que en 2015 hubo un 33.4% y en 2016 un 31.7%, es decir, bajó 1.7 puntos porcentuales.
En la franja de los 30 a los 44 años tenemos en 2015 un 28.5%, mientras que en 2016 tenemos un 27.1%, una bajada de 1.4 puntos porcentuales.
En la franja de los 45 a los 64 años, en 2015 observamos un 31.0% y en 2016 un 30.5%, bajó 0.5 puntos porcentuales.
En la franja de edad de 65 años o más, tenemos en 2015 un 31.0% y en 2016 un 14.4%, con una subida de 0.7 puntos porcentuales.
 De todos estos datos podemos analizar que donde encontramos la tasa de riesgo de pobreza con un tanto por ciento más alto es en la franja de los 16 a los 29 años, el tanto por ciento en menores de 16 años es prácticamente igual que en la franja de edad de los 30 a los 44 años. Mientras que en la franja de edad de 65 años y más, baja exponencialmente.

Por tanto, la población joven es el colectivo social en donde más alto es el riesgo de pobreza, contando con que este colectivo es el que deberíamos de tener en más baja proporción ya que es el que está aún en fase de desarrollo intelectual o en los primeros empleos, donde empieza su vida laboral.
Si, realmente, tuviésemos una tasa de pobreza “saneada”, este colectivo debería de tener el nivel proporcional más bajo que incluso en la franja de edad de los 65 años y más.
 Haciendo una diferenciación entre hombres y mujeres, detectamos que en la franja de edad de los 16 a los 29 años, en el colectivo de mujeres la tasa de pobreza es 0.9 puntos porcentuales más alta que en el colectivo de hombres. En la franja de edad de los 30 a los 64 años, el colectivo de hombres es donde más ha bajado la tasa de pobreza, con 2 puntos porcentuales. En cuanto a la franja de 65 años y más, el colectivo de hombres tiene una tasa de pobreza más alta con 1.6 puntos porcentuales.
Por tanto, en la franja de edad entre los 30 a los 64 años, franja en donde la población activa es más alta, el colectivo de mujeres tiene una tasa más alta de pobreza, sin embargo en la población más joven, esta diferencia es muy poca. En cuanto a la franja de más de 65 años, la tasa de pobreza en el colectivo de hombres es proporcionalmente más alta que en el resto de las franjas de edad, subiendo 1.6 puntos porcentuales.
  Haciendo una comparativa de la pobreza o exclusión social a nivel nacional vs Comunidad de Madrid, podemos observar que, en cuanto a los datos recogidos en este informe, cogiendo como base el año 2016, a nivel nacional vemos que sólo sube 0.2 puntos porcentuales, mientras que en la Comunidad de Madrid hay una subida de 3.1 puntos porcentuales.
Si esta comparativa la abrimos a todas las Comunidades Autónomas, la Comunidad de Madrid es la segunda región de subida porcentual en cuanto a la Tasa de riesgo de pobreza con una subida de 3.1 puntos, sólo superada por Canarias.
 España, donde ya se partía de niveles muy altos de desigualdad antes de la crisis, se ha convertido desde 2007 en uno de los países de la Unión Europea con un reparto más inequitativo de la renta.
Su afectación lo podemos dividir dependiendo de los factores sociales:
    - Diferenciación por sexo se reducen las diferencias.
    - Edad se multiplican las diferencias generándose la vulnerabilidad del colectivo juvenil.
    - Relación con la actividad, aumenta el número de trabajadores en exclusión.
    - Nivel de estudios la exclusión se intensifica ante la falta de estudios inferiores a la ESO y comienza a mostrar síntomas de debilidad en los niveles superiores.
    - Nacionalidad, retrocede en gran medida la integración de las personas inmigrantes.
 Entrando en materia en cuanto a política sindical se refiere, todo este análisis estadístico y de datos no hace más que confirmar lo que como UGT venimos reclamando en nuestra Comunidad desde hace tiempo. Las condiciones laborales de los/as trabajadores/as de la Comunidad de Madrid son precarias, con unos sueldos que escasamente llegan al SMI, ya que en su mayoría los contratos son parciales y temporales. Esto no sólo afecta directamente las condiciones de vida en el hogar, sino que a más largo plazo también afecta a las jubilaciones, ya que las cotizaciones son eventuales y proporcionalmente más bajas que en los años de antes de la crisis.
Por eso, lo que hemos visto en los datos anteriormente expuestos en este informe, hace patente que las condiciones en las que los madrileños y madrileñas viven son de una calidad de vida muy baja. Desgraciadamente esto afecta al núcleo familiar directamente, ya que al no contar con un salario digno, los integrantes de las familias ven mermada su calidad de vida. Los jóvenes no tienen ningún poder adquisitivo y en cuanto a poder tener una titulación de rango superior, ven mermadas sus posibilidades al no poder la familia hacerse cargo de los gastos que esto supone. Por lo que su inserción en la vida laboral la hacen con una titulación que en la mayoría de los casos no llega más que al título de la ESO, por lo que estamos condenando a toda una generación a tener una vida laboral ya en condiciones precarizadas.
Por eso es tan importante que las condiciones en las que se encuentra la población de la Comunidad de Madrid cambien de manera significativa, ya que hará falta muchos años para poder cambiar la situación de las familias madrileñas. Los jóvenes que tienen ahora un trabajo precario, ya sea por su baja titulación o porque los contratos de trabajo sean precarios, serán los adultos que tendrán esas mismas condiciones en el futuro, con lo que nos encontraremos con población de 65 años o más con un poder adquisitivo muy bajo, y con los contratos temporales, un tanto por ciento de ellos ni siquiera podrán llegar a una jubilación fuera de las ayudas al no llegar a la cotización mínima.