Último domingo del mes de agosto y el mundo empresarial de este país tiene su habitual cita ineludible con la empresa española por excelencia. El Grupo Corte Inglés procede a celebrar su junta anual de accionistas y la publicación de sus cuentas anuales, todo un evento que supone no sólo una información esperada por sus casi 100.000 trabajadores, sino por el conjunto de la economía española que a modo de termómetro ve en esos resultados el devenir del consumo nacional.
Los resultados presentados en el día de hoy, correspondientes al ejercicio 2015, muestran un beneficio neto de 158 millones de euros, un 34% más respecto al año anterior. Dichos resultados se deben, fundamentalmente, a la reducción de costes y gastos financieros y a una mejora en la facturación. Las ventas crecieron en dicho ejercicio un 4,3%, el mayor crecimiento desde el año 2007.
Dentro del grupo y por segmentos de negocio siguen siendo los grandes almacenes los que reportaron una mayor facturación, un 7,8% más. Supercor, la línea de supermercados de proximidad confirma su remontada y consolida su posición en el mercado. En cuanto a Sfera, tiendas de ropa joven, consigue unas ganancias de 24,2 millones de euros. También mejorando resultados, pero aún lejos de conseguir cifras de negocio positivas encontramos a Bricor, la apuesta de bricolaje y hogar del grupo, en este caso remonta claramente con una mejora del 20% de sus ventas (siempre versus al ejercicio anterior), no obstante no consigue recuperar el acusado descenso de facturación que instaló la crisis en el mercados de la vivienda. Claro crecimiento también para las filiales de viajes y óptica, sin embargo, el lastre del grupo sigue siendo Hipercor, cuyas ventas siguieron cayendo en 2015 en un 10,7%, y la División de Informática donde dicha caída fue de un 3,1%.
En cuanto al capital humano vemos una muy ligera subida del número de empleados en este ejercicio, un 0,5% más, lo que sitúa la plantilla del grupo en 91.931 personas. De las cifras aportadas se desprende la importante brecha de género que sigue existiendo que si bien cambia tímidamente su tendencia, continúa siendo una materia en la que se requiere invertir al máximo, tal como venimos apostando desde nuestra organización, sin duda, los planes de igualdad firmados en esta compañía por los que hemos apostado desde esta organización, y las medidas correctoras que contienen, ya comienzan a dar sus frutos.
Desde la Unión General de Trabajadores nos congratula la clara recuperación de las cifras de negocio de esta compañía española, que ha venido a demostrar con este ejercicio que la reactivación del consumo deja de ser una tendencia para convertirse en una realidad, pero nuestra obligación es, ahora más que nunca, poner los focos de la recuperación en las condiciones laborales de cerca de esos 100.000 trabajadores, condiciones que siguen estando a niveles de los años más cruentos de la crisis.
La carga de trabajo soportada por el personal ante la falta de contratación de los últimos años que unido a la salida masiva de plantilla (desaparición de los contratos temporales, modificación de las condiciones laborales de carácter colectivo, planes de desvinculación, etc), hace imperiosa la determinación de nuevos sistemas de organización del trabajo y la contratación real de personal, no sólo en determinadas campañas comerciales.
Pero lo más sangrante para la plantilla ha sido la desrregularización de sus horarios para hacer frente a esa disminución de plantilla, alargando sus jornadas al límite de lo posible, y la pérdida, una a una, de otras condiciones, bien de la mano del convenio colectivo sectorial, bien desde la propia empresa: aumento de las jornadas, desaparición de parte de sus beneficios en compras, trabajo en domingo y festivos de carácter gratuito, etc...
En el debe del ejercicio económico de la compañía se encuentran todos estos extremos, algo que no puede ser obviado bajo ningún concepto y que desde nuestra organización vamos a plantear en todos y cada uno de los ámbitos de la negociación colectiva.