Los
datos de paro publicados hoy por los Servicios Públicos de Empleo
correspondientes al mes de junio muestran una disminución de 98.853
desempleados respecto al mes anterior, aunque en la comparación interanual, el
incremento alcanza el 11.9%, situando la cifra total de personas sin empleo en
4.675.269. Estos datos vuelven a confirmar que la política del Gobierno se
mantiene en el error y no es capaz de afrontar las dificultades económicas y de
empleo que sufre nuestro país, puesto que a pesar de haberse creado empleo,
éste es estacional, temporal y precario (en términos desestacionales, el desempleo
se ha incrementado en 18.697 personas). Para UGT, son imprescindibles políticas
que protejan a las personas y, por ello, considera fundamental un cambio en la
política económica del Ejecutivo, dirigido a la recuperación del crecimiento y
del empleo y asentado en una mayor cohesión social, en vez de asentarse por la
vía del gasto público y del recorte de los servicios y prestaciones básicas.
Los
datos publicados hoy por los Servicios Públicos de Empleo indican que en este
mes se han registrado como desempleadas 98.853 personas menos que en el pasado
mes de mayo (una caída del 2,1%). Sin embargo, en la comparación interanual, el
incremento alcanza el 11,9%, o lo que es lo mismo, 493.468 personas. Con estas
cifras, el número de parados registrados es de 4.615.269 personas.
Distinguiendo
según género, en este mes disminuye el desempleo entre las mujeres en un 9,06%,
lo que supone 20.721 desempleadas menos, mientras que el desempleo masculino
disminuye en 16.617 parados en el mes de junio. En la comparación con junio de
2011, aumentan un 8,15% las mujeres desempleadas y un 4,56% los hombres.
Se
reduce el número de jóvenes (menores de 25 años) desempleados, en 61.515 frente
al mes anterior, aunque sigue reflejando un incremento interanual del 12,6%,
frente al 8,7% del mes anterior.
Por
lo que respecta a los extranjeros, disminuye el número de desempleados en
términos mensuales en 16.899 personas (una caída del 2,7%), aunque en la
comparación con el año anterior hay una subida del 1,1%.
Por
sectores, se recoge una disminución del número de desempleados respecto al mes
anterior en todos los sectores, salvo en la agricultura. En la construcción,
del 2,15% (17.124 desempleados menos); en la industria, del 1,85% (9.970
parados menos); y en el sector servicios, del 1,88% (por tanto, 52.654
desempleados menos). Por su parte, en el sector agrícola, aumenta el número de
desempleados un 0,74% (lo que supone 1.182 desempleados más que en el mes
anterior). En la comparación con el mismo mes del año 2011, se produce un
incremento del desempleo en todos los sectores: un 15,09% en la agricultura, un
10,19% en la industria, un 7,09% en la construcción, un 14,34% en los servicios
y un 7,29% entre el colectivo sin empleo anterior.
El
número total de contratos registrados en junio cae un 2,15% respecto al mes de
mayo y en términos interanuales la caída es del 6,25%. Del total de contratos
registrados en el mes de junio (1.312.519), sólo el 7,2% son indefinidos (no
sabemos cuántos de la nueva modalidad contractual, de apoyo a emprendedores).
En este mes, se reducen tanto los contratos indefinidos (en un 3,6%) como los
temporales (en un 2,0%) respecto al mes anterior. En la comparación interanual
se registra una reducción aún mayor, del 12,6% de indefinidos y del 5,6% de
temporales. La única modalidad contractual que aumenta respecto al mismo mes
del año anterior es la de los contratos temporales a tiempo parcial (un 8,4%,
es decir, se han registrado 31.657 contratos más de este tipo que hace un año).
La
tasa de cobertura (correspondiente al mes de mayo) se sitúa en 65,4%, un 5,6%
menos que la registrada el año anterior.
Conclusiones
Los
datos conocidos hoy no hacen sino confirmar que la política económica del
gobierno se mantiene en el error y no es capaz de afrontar las dificultades
económicas y de empleo que sufre nuestro país. Porque es evidente no solo que
los recortes indiscriminados no están impulsando la actividad económica, algo
evidente puesto que son un freno a la misma, sino que no crean empleo, tal y
como ponen la manifiesto sin ningún atibo de duda las estadísticas.
En
este sentido, a pesar de que una disminución de paro siempre es de valorar (en
este punto hay que señalar que en términos desestacionalizados, el desempleo se
ha incrementado en 18.697 personas), los datos son contundentes: de trata de un
empleo estacional, temporal y precario. Y esto es así porque los datos ponen de
manifiesto que la reducción del número de parados se centra en sectores
claramente estacionales, como son los servicios y la construcción, se tornará
probablemente en una más que difícil situación cuando finalice el periodo
estival. Además, la reducción del número de parados en el colectivo sin empleo
anterior solo es una muestra de las no renovaciones de las demanda de empleo
durante las vacaciones estivales.
Además,
en cuanto al incremento del número de prestaciones por desempleo en casi un
millón de altas es un nuevo reflejo de que la economía española continúa en la
senda de la destrucción de empleo. Y la tasa de cobertura del sistema de
prestación en mayo de 2012 se situó en el 65,4% frente al 69,3% del mismo mes
del año anterior, es decir, se ha redujo un 5,6%. Y si tenemos en cuenta la
situación respecto al mes de abril, la evolución es negativa, tanto en términos
mensuales (cuando al cobertura alcanzó el 65,5%) como en términos anuales
(cuando la cobertura alcanzó el 70,0%)
Por
último, en relación a la contratación, el número de contratos se ha reducido
tanto en términos mensuales (-2,16%) como anuales (-6,25%). Si atendemos al
tipo de contratos, los datos refleja claramente el fracaso de la reforma
laboral: los contratos temporales caen un 2,04% respecto al mes anterior y un
5,65% respecto a la situación hace un año; pero la peor parte se la llevan los
contrato indefinidos, que caen un 3,59% respecto al mes anterior y un 12,6%
respecto al año pasado.
Con
estos datos, si el Gobierno mantiene su política económica basada en exclusiva
en la reducción del déficit vía recorte, aniquilando además el Estado de
Bienestar, sin acompañarla de políticas de estímulo a la actividad económica y
el empleo, junto con mejoras en nuestra competitividad, la economía española
continuará sumida en la crisis, sostenida además en un modelo que ha supuesto
una recesión más dilatada que la de nuestros vecinos europeos, y dependiente de
sectores claramente estacionales, con un uso más intensivo del factor trabajo y
menor de capital.
El
hundimiento de la economía española requiere sin más dilación de políticas que
estimulen el crecimiento para lograr salir a flote. Porque, además de las
medidas para rescatar nuestro sistema financiero y devolver la confianza de los
mercados financieros internacionales sobre nuestra economía, son
imprescindibles medidas de impulso al cambio del modelo productivo, que
permitan una recuperación económica estable y sostenible, cuyas bases sean el
conocimiento, la innovación y la creación de valor añadido, con una apuesta
firme en la calidad y no en la reducción de costes laborales, de manera que
seamos capaces de superar nuestros problemas de competitividad.
Porque
con reformas como la del mercado de trabajo, que pretenden reducir las
ineficiencias que supuestamente impiden la creación de empleo estable, y que,
según el propio Gobierno, nos llevarán a una tasa de paro del 24,2% para el año
que viene 2013, no salimos de la crisis. Y porque la apuesta por la vía de
reducción de costes laborales, solo consiguen un objetivo: empobrecer aún más a
los ciudadanos y trabajadores de nuestro país.
En
este sentido, desde UGT ya denunciamos que son ineludibles políticas que
protejan a las personas y detengan el aumento de las que caen bajo el umbral de
la pobreza, como señalan los datos. Por eso, la reforma laboral impuesta por el
Gobierno junto al estancamiento de la actividad económica, conduce a un aumento
de las solicitudes de prestación por desempleo, aunque la persistencia de la
crisis y el elevado volumen de desempleados estén haciendo reducir la tasa de
cobertura.
En
definitiva, desde el sindicato consideramos fundamental un cambio en la
política económica, dirigido a la recuperación del crecimiento y del empleo.
Cambio asentado en una mayor cohesión social, que además ajustará las cuentas
públicas vía creación de empleo, y que generará más ingresos fiscales al erario
público, y no por la vía recortes en el gasto público y en los servicios y
prestaciones básicas. Solo así saldremos de esta crisis.